80 años de vida, casi 50 de ellos en Yucatán

 

No es yucateco, pero ama a esta tierra muchos más que otros peninsulares.

En broma se dice que Roberto Mac-Swiney Salgado es el único yucateco que no es yucateco pero que sabe más de Yucatán que cualquier habitante de esta tierra. En parte esa frase es cierta, en los casi 50 años que el guanajuatense lleva en esta tierra ha mostrado tenerle un cariño enorme y se convirtió en un erudito de la música vernácula. Para los yucatecos es honor que él se considere yucateco.

Roberto Mac-Swiney, ingeniero civil de profesión, festejará mañana viernes 6 de junio en Valladolid sus 80 años de vida. Con motivo de esa celebración parte de los muchos amigos que tiene ese profesional se reunirán con él en esa ciudad. Lo acompañarán algunos familiares que arribaron de Guanajuato.

Hijo de un obrero que trabajaba en la colocación de grava en los tendidos de vías del ferrocarril, Mac-Swiney Salgado se hizo popular en Yucatán por sus programas de radio y escritos en periódicos y revistas así como presentaciones en televisión donde habla de la trova yucateca y también de los géneros musicales caribeños relacionados con las melodías de esta parte del país.

Hoy día es considerado promotor cultural. Fundó la asociación Amigos de la Trova y creó los Martes de Trova. Este último es un espectáculo que semanalmente se realiza en el Centro Cultural Olimpo con la participación de tríos locales. El Martes de Trova lleva 631 ediciones, casi todas conducidas por él mismo. 

“Creo que soy el único que lleva la cuenta de estas presentaciones”, dijo don Roberto en alusión a ese dato. “Inicialmente no se pensó que este programa tuviera éxito, incluso su fundador, el alcalde Xavier Abreu, tuvo dudas al respecto. En ese tiempo propuso poner a prueba el proyecto durante un mes y ahora se sorprende de la larga vida que tiene este”.

Mac-Swiney Salgado, quien hace unos años recibió la Medalla al Periodismo de Espectáculos, que otorga el gobierno estatal, ha difundido la música yucateca en el interior del país y en el extranjero. 

En Yucatán decimos que cualquier visitante que toma agua de pozo en esta tierra se queda a vivir en ella. Ignoramos si el Ing. Mac-Swiney bebió agua de pozo, pero lo que sí sabemos es que no deseamos que se vaya, pedimos que siempre lo tengamos con nosotros. (Mérida Cultura).