miércoles, 15 de noviembre de 2017

Visitar la Capilla Sixtina sin ir a Roma

Foto tomada del portal de  National Geographic
Una experiencia singular, imponente, es la que se vive al visitar la réplica de la Capilla Sixtina del Vaticano instalada en el poniente de esta ciudad, en una construcción de 27 metros de altura cuyo exterior también simula a escala real ese famoso recinto italiano.

Es tan exacto el  parecido logrado entre esta imitación y la estructura real que quienes conocen el auténtico recinto papal afirman que es difícil determinar cuál es la copia. 
Incluso aseguran que la reproducción local se disfruta más porque se dispone de mayor tiempo para verla.
Además, en buena parte del día la cantidad  de gente que ingresa al sitio no es tan grande como la que abarrota a todas horas la capilla verdadera.


Esa ausencia de multitudes de turistas permite moverse dentro de la réplica para gozar más los cientos de detalles que ofrecen las aproximadamente 300 figuras de los frescos que decoran paredes y cúpula. También se goza con la similitud del altar, los ornamentos y otras piezas más que son parte de esta excepcional exhibición.

La réplica se instaló en la avenida Mérida (128), en terrenos del tianguis del automóvil, junto a la Central de Abastos. Desde lejos se puede ver la enorme construcción y sus carpas blancas que sirven como zona de espera, antesala para explicaciones, venta de recuerdos y otros productos, oficinas, etc.


El Ayuntamiento contrató este proyecto de la Capilla Sixtina que permanecerá un mes en Mérida, se irá el 7 de diciembre. A diferencia de otros sitios donde ha sido expuesta, en esta capital puede ser visitada gratuitamente por meridanos y turistas.

La reproducción de ese famoso oratorio pontificio fue idea de empresarios mexicanos interesados en que la población que no puede viajar hasta Roma para ver la construcción real tengan oportunidad de disfrutarla de forma similar a como lo experimentan quienes sí tienen posibilidades económicas para ir hasta el Vaticano.


La réplica de la Capilla Sixtina se realizó con más de 3,000 metros cuadrados de tela impresa que se monta en una estructura de igual tamaño que la construcción real de la Santa Sede. 
Se tomaron más de 2.7 millones de pequeñas fotografías que después se unieron como un rompecabezas para reproducir cada centímetro de esa gran obra.
En el montaje participaron 280 especialistas que estuvieron en la conformación de la estructura de 27 metros de altura, 78 metros de largo y 36 de ancho.


La exactitud de la copia incluyó el piso de mármol, este luce con sus grietas y desgaste del suelo original. También la reducida puerta de acceso –aquella que se abre ceremoniosamente para los cónclaves de elección papal- luce real. Esa entrada está flanqueada por dos maniquíes uniformados con la vestimenta de la Guardia Suiza Pontificia.

La gente entra al sitio en grupos de unas 500 personas, quienes hacen el recorrido en 20 minutos. Este es el lapso máximo que deben  esperar quienes aguardan en la fila su turno para ingresar. Para evitar la espera se puede pedir un boleto vía internet, el cual señala la hora precisa para entrar.


En la sala de espera se forman cuatro filas. En una de ellas hay sillas porque es exclusiva para adultos mayores y discapacitados. El lugar tiene ventiladores.

Para ingresar se pasa primero a un salón con alfombra roja y grandes televisores a distintas alturas. Ahí se proyectan instrucciones para la visita y una breve reseña sobre la historia de las famosas pinturas y de lo que se verá en el interior.

Una vez adentro –en penumbra- hay otra explicación sobre los frescos más importantes de la bóveda y la pared del altar. Durante esa charla, reflectores iluminan las figuras cuando estas son mencionadas por el narrador. Cuando termina esa explicación se encienden las luces para ver todo el recinto.


La salida es por dos puertas ubicadas a los costados del altar. Ahí hay un estudio fotográfico para quien quiera una foto profesional de recuerdo de esa visita. También hay venta de libros, rosarios, fotografías y otros artículos más alusivos a la Capilla Sixtina. En otros puestos se vende otro tipo de productos, incluso alimentos y licores.
  
Hay amplio estacionamiento interior, pero también se puede dejar el coche en la avenida. Numerosos auxiliares guían a conductores y personas  en el movimiento por la zona.


La capilla original fue decorada hace unos 500 años,  en el siglo XV. Es una obra de arte universal, declarada patrimonio mundial de la humanidad. Es de las más significativas del Renacimiento. 

Las pinturas más elogiadas son de Miguel Ángel, autor de las escenas del Antiguo Testamento: La creación del mundo, La creación de Adán y Eva, El pecado original, El sacrificio de Noé, El Diluvio, el Juicio Universal y otras más.


Para la apertura de esa instalación en Mérida arribaron el Secretario de General de Museos Vaticanos, Roberto Romano, y el Consejero de la Nunciatura Apostólica en México, Kevin Stuart Randall.


El horario de visitas es de 10 a 19:40 horas. No se permite tomar fotos en el interior.

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