La
cantante de ópera grabó temas de trova vernácula y boleros mexicanos.
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| Este es el cartel con el cual el gobierno estatal promueve el espectáculo de la cantante de ópera, |
La
mezzosoprano yucateca Conchita de Antuñano regresa a su tierra para presentar
un nuevo disco suyo producido aquí con un repertorio de compositores de la
trova yucateca y de grandes boleristas mexicanos y en el cual ella estuvo
acompañada de la Orquesta Típica Yucalpetén.
El nuevo
proyecto de la artista se llama “Romance en México”. Será presentará con una
actuación especial de la cantante a las nueve de la noche en el Teatro Peón
Contreras.
El disco contiene
las canciones “Júrame” (de María Grever), “Caminante” (Antonio Mediz Bolio y Guty
Cárdenas), “Bésame mucho” (Consuelo
Velázquez), “Las golondrinas” (Luis
Rosado Vega y Ricardo Palmerín), “Nunca”
y “Quisiera” (Ricardo López Méndez y Guty Cárdenas), “Cuerdas de mi guitarra”, “Españolerías”
y “Granada” (Agustín Lara), “Ojos tristes” (Alfredo Aguilar Alfaro y Guty
Cárdenas) “México lindo y querido” (Chucho Monge), entre
otras.
En un
boletín el gobierno estatal informó que Conchita de Antuñano tiene una carrera
de más de 40 años en el género operístico, en el cual destaca por su fuerza
interpretativa, potencia vocal, extensión y exuberante timbre verdiano de
notable belleza.
Ha
sobresalido en óperas de Giuseppe Verdi, interpretando a Azucena en “Il
trovatore”, Amneris en “Aida” y Ulrica en “Un ballo in maschera”. También incursionó
en los roles dramáticos wagnerianos, destacando su interpretación de Erda en
“Das Rheingold”.
Como
concertista se ha presentado con algunas de las principales orquestas del mundo
en conciertos operísticos de gala.
La
cantante realizó estudios musicales en el Conservatorio Nacional de Música. En
Estados Unidos fue becada por The Academy of Vocal Arts de Filadelfia y la
Juilliard School of Music, de Nueva York.
Fue
ganadora de numerosos certámenes internacionales, entre los que sobresalen el
Concurso Internacional de Canto “Rosa Ponselle” y las audiciones del
Metropolitan Opera de Nueva York, donde fue finalista. En 1988, el Gobierno del
Estado le confirió la Medalla Yucatán.
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