Esfuerzos, equivocaciones y aportaciones en la cartografía de esta región.
Desde mediados de mes se exhibe en pasillos
del Centro de Convenciones Siglo XXI una singular colección que nos permite
conocer más sobre la historia de esta tierra y la visión que nuestros
antepasados tenían sobre ella. También muestra la dificultad que había para representarla en una época en que no había avión ni otros medios para verla desde el aire.
Esa muestra se denomina Cartografía
Peninsular, está formada por 56 réplicas de mapas, planos y cartas que son
parte de la colección del Patronato Pro Historia Peninsular, A.C. (ProHispen)
que dirige la señora Margarita Díaz Rubio de Ponce.
En esa exposición se puede ver lo que se
considera es la primera imagen de este territorio, trazada tras la
llegada de los europeos a esta zona del país. Hay también mapas militares de la
Guerra de Castas y también planos que mostraban la ubicación de ciudades
precolombinas. Uno de estos fue elaborado por Frederick Catherwood, explorador de las zonas arqueológicas.
Resulta curioso ver que en varios mapas no se
da importancia al puerto de Progreso, incluso hay casos en que se omitió su
presencia. En cambio sí figura Sisal, que durante mucho tiempo fue bastión
contra los piratas –todavía se conservan el fuerte y sus cañones que lo
defendían de ataques marinos- y también fue el principal sitio de salida y
llegada por mar en esta región.
Hay también cartas que muestran a la polémica
Isla Bermeja o que no la incluyen. Ese pedazo de tierra frente a las
costas yucatecas es considerado por algunos estudiosos del tema como una “isla
fantasma” porque no existió, es fruto de un error cartográfico. Pero otros
sostienen que desapareció misteriosamente y con ello México acortó su frontera
marítima en favor de Estados Unidos, nación que de ese modo tiene acceso a
importantes yacimientos petrolíferos del Golfo.
Se observa también que hace mucho hubo algún tipo de asentamiento en lo que ahora es Cancún. Al ver ese mapa surge la pregunta de quién o quiénes serían los intrépidos para vivir en el aislamiento que representaba estar en esa lejano e incomunicado punto de la península. Pero al mismo tiempo sentimos envidia porque aquellos disfrutaron ese virgen paraíso tropical.
El naufragio de una fragata española, cartas
para navegar en esta zona y la forma extraña como se dibujaba a la Península
durante la época de la intendencia de Yucatán son otros aspectos curiosos y
divertidos de esa muestra cartográfica.
Esa colección de 56 planos, cartas y mapas
son fruto del trabajo del fallecido investigar Michel Antochiw, arqueólogo e
historiador francés que radicó en esta capital.
Con esa exhibición se le hace un homenaje a
Antochiw pues todo ese material era
conocido sólo por estudiosos de cartografía, geólogos, arqueólogos, geógrafos y
otros investigadores más. Ahora la población en general tiene acceso a ese
conocimiento y puede disfrutarlo. (Mérida Cultura)
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