Celebrar la riqueza
cultural y el patrimonio vivo que nos dan identidad son el objetivo de la
exposición temporal “Tiempos de milpa” que en estos días inauguró el Gran Museo del Mundo Maya y que puede
visitarse de miércoles a lunes, de 9 a 17 horas.
En esa muestra el público
puede aprender sobre esa práctica agrícola precolombina que involucra
relaciones culturales, económicas y familiares.
La milpa maya se caracterizó
por ser errante, ya que una vez utilizado el suelo para una cosecha era
abandonado y se buscaba un nuevo tramo de bosque para el cultivo de maíz, que
era el principal alimento que se obtenía en ese sistema productivo.
Otra característica de la
milpa era las acciones de rosa, tumba y
quema que se aplicaban para preparar la tierra, La primera acción citada
corresponde a la eliminación de bejucos y ramas entre los troncos de los
árboles, para luego proceder a derribar estos, y finalmente incendiar todo para
tener un suelo con ceniza para plantar la semilla.
Lo que se muestra.
La exhibición, cuya
entrada es gratuita, consta de 84
objetos provenientes de 29 colecciones particulares y privadas. Las piezas
están distribuidas en cuatro secciones
denominadas Primicia, Beber y comer de la milpa, El intercambio, y La santa
gracia.
Quienes visiten la muestra
podrán observar una gran diversidad de semillas y frutos endémicos de la milpa tradicional, en la cual sobresalen el
maíz, el frijol y la calabaza. También aprenderán sobre preparación de
alimentos y la cosmogonía maya.
Esa exposición permanecerá
ahí seis meses. Durante ese lapso habrá además charlas, diálogos y encuentros
con milperos, investigadores y artesanos. También un taller de plantas y
semillas, y actividades para que niños y jóvenes aprendan sobre ceremonias,
rituales, cocina, vivienda, oficios y creencias de la civilización maya.
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