El pasado jueves 9 fue cumpleaños de Juan Carlos Lomónaco, director de la Orquesta Sinfónica de Yucatán. Al día siguiente, en forma sorpresiva, el gobierno estatal informó públicamente que este músico fue retirado de ese puesto que ocupó 14 años.
Y también súbitamente, a unas horas del evento, notificó la suspensión del concierto semanal de la orquesta para ese viernes 10 en la noche y también el del domingo 12 al mediodía.
Sin mayor información ni explicaciones del por qué de esos acontecimientos, ayer a media mañana la OSY difundió en su espacio de esta red un cartel con su logotipo y del gobierno estatal donde informó la cancelación del evento.
Horas más tarde se publicó el mismo escueto mensaje en la cuenta del Palacio de la Música, actual sede provisional de esa sinfónica.
En las cuentas que la Secretaría de la Cultura y las Artes tiene en Facebook y Twitter no hay ninguna mención de esos hechos. Tampoco lo hay en su portal de internet. Pareciera que no hubieran ocurrido.
Nos quedamos sin Teatro Peón Contreras y sin Orquesta Sinfónica de Yucatán. Lo primero estará así por mucho tiempo debido al gran incendio que sufrió y del cual hay hermetismo, lo segundo será temporal pues se dice que ya se contrató nuevo director, José Areán, nacido en Ciudad de México y considerado uno de los más reconocidos directores del país.
Ojalá haya información por parte del gobierno estatal sobre estos asuntos y que este caso no sea como el de otros en los que falta transparencia y rendición de cuentas.
Y si el gobierno no quiere hablar entonces que al menos lo hagan el patronato y el fideicomiso de esa orquesta, que digan lo que saben, poco o mucho. También pueden hacerlo los integrantes del recién creado comité para esa orquesta, la cual desde hace dos años tiene problemas con el presupuesto para cubrir su nómina y demás gastos. Mauricio Vila redujo casi la mitad de la bolsa destinada a la sinónica en este año.
Ese silencio general deriva que en redes sociales haya comentarios de todo tipo generados por la especulación, los cuales se mezclan con expresiones de solidaridad con Lomónaco y la OSY.
Situaciones como la falta de información sobre el incendio del Teatro Peón Contreras y la Orquesta Sinfónica de Yucatán no deben ocurrir en la Capital Americana de la Cultura, título honorífico mundial que obtuvo Mérida en dos ocasiones.
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