Foto Museo de la Canción Yucateca, A.C.
Un problema político lo paralizó. Involucran al gobernador y al director del Instituto de Historia y Museos.
El viernes pasado estalló un conflicto que
desde hace dos años viene acechando al Museo de la Canción Yucateca, A.C., una
institución con 36 años de vida, fruto del esfuerzo de ciudadanos interesados
en preservar la música vernácula y promoverla para que no desaparezca.
El acervo creado y resguardado por esa
institución está cerrado. Sus puertas fueron clausuradas sin consentimiento de
sus responsables. Esto se hizo en pleno “puente” vacacional.
Renán Guillermo, quien fue Secretario de la
Cultura y las Artes, calificó esa situación
de “violación a la autonomía, la dignidad y el prestigio” de esa
asociación civil. Consideró que hay un “atropello” por parte del Instituto de
Historia y Museos (el que dirige Jorge Esma Bazán, ex titular del Patronato
Cultur.)
Por su parte, Elena Fernández Moral,
presidenta del Consejo Directivo de la agrupación civil a cargo de ese museo,
deploró que haya “descalificación” y “falta de reconocimiento” al Museo de la
Canción Yucateca. Y considera que hay “represión” hacia quienes integran esa
asociación.
Lo anterior fue expuesto a la luz pública por
la propia Elenita Fernández, al enviar a medios de comunicación y colocar en
internet una carta que el viernes pasado ella envió al gobernador Rolando
Zapata y al titular del Instituto de Historia y Museos de Yucatán, Jorge Esma Bazán.
También dijo que durante dos años han enviado
al Palacio de Gobierno oficios y comunicados sobre el tema. Pero no hubo
respuesta.
Entre los que comentaron el caso en Facebook
Están Renán Guillermo y Luis Pérez Sabido. Este último, quien es parte de la
agrupación y fue vicepresidente, secretario y asesor de la misma, recordó que
él contribuyó a crear el acervo del museo. Felicitó a Elenita “por el dinamismo
y verticalidad” con que ha conducido al Museo de la Canción Yucateca, A.C.
“Cuenta conmigo y con el respaldo moral de la
Sociedad Artística Ricardo Palmerín que represento”, agregó Pérez Sabido.
En resumen, el documento de tres hojas dirigido al
gobernador Rolando Zapata y a Jorge Esma expone esto:
El Museo de la Canción Yucateca, A.C., surgió hace 36 años, no es una
instancia de gobierno sino un grupo civil, como dice su nombre.
Durante el
gobierno de Víctor Cervera este les entregó en comodato un edificio en el
barrio de Mejorada para exhibir ahí todas las piezas que han reunido en esos
años y realizar actividades artísticas y de otro tipo relacionadas con la
música vernácula.
Ese predio “es intransferible a terceras partes”.
Mediante convenios con instancias culturales y educativas
obtenía recursos económicos para sus actividades. Uno de esos convenios
recientes fue con la Secretaría de Educación estatal.
Hace dos años, en enero de 2013, se creó el instituto que
dirige Jorge Esma para administrar museos en manos del gobierno estatal. En la
lista de recintos de ese decreto de ley se incluyó indebidamente al Museo de la
Canción. Ese nombre figura en forma incompleta en ese padrón, no tiene las
siglas A.C. Ese decreto dice también que el instituto puede firmar convenios
con agrupaciones privadas. En julio de 2013 el instituto y la agrupación civil
firmaron un convenio de “coordinación y colaboración”.
Cinco meses después, en enero de 2014, esa agrupación
declaró ante notario que todo el acervo del museo es patrimonio de la
agrupación civil y fue adquirido mediante compra o donación.
A raíz de ese convenio Esma Bazán gestionó y obtuvo del
Conaculta $2 millones para obras en el museo. La agrupación civil no fue
enterada de ello, esta lo averiguó entre personal del instituto.
Ese dinero será para construir dos camerinos, una sala
para ensayos, otra para archivo y curaduría, y pintura del inmueble. Si sobrara dinero se renovarán aspectos técnicos de la
museografía.
Hace unos días, el jueves 22 de enero, Esma Bazá citó en
sus oficinas del Gran Museo del Mundo Maya a Elenita Fernández para puntualizar
la forma en que se harán esos trabajos. En esa junta estuvieron cinco funciones
del instituto, cinco de la agrupación civil y cuatro invitados como oyentes.
Ahí
las partes convinieron en cerrar al público las salas que contienen los acervos
pero seguirían funcionando las oficinas administrativas y no se interrumpirían
las actividades artísticas que consisten en tres eventos mensuales ya
establecidos.
Al día siguiente, viernes 23 de enero, la agrupación privada
pidió añadir a ese convenio un documento jurídico. Esto fue rechazado.
Foto Museo de la Canción Yucateca A.C. |
Seis días después se presentaron al museo guardias
privados del instituto y dos funcionarios de este: Marco Antonio Hoyos Medrano
y Susana Alemán Avilés, quienes cerraron las salas y pusieron en las puertas
cédulas de clausura. Advirtieron que regresarían
el lunes 2, día inhábil, para cedular las oficinas. Desde entonces dos guardias
permanecen en el edificio.
Ese mismo lunes se envió el escrito al gobernador.
La carta finaliza pidiendo a este
reinstalar a la gerencia administrativa del museo y que se respete el acuerdo
sobre la forma en que se harían los trabajos en ese edificio. También se pide
adicionar el convenio jurídico ya citado.
En el cuerpo del texto Elenita Fernández
señala que la legislación federal que regula a las asociaciones civiles (A.C.)
“no permite la descalificación, la falta de reconocimiento ni la represión”. Y
en cambio permite a estas recibir dinero
público y les da derecho a ser respetadas en su autonomía.
Este
nuevo caso de conflictos de ese tipo reiteran que la mala política destruye
todo. La cultura y el arte no se salvan de esa calamidad, retroceden cuando
funestos políticos intervienen en ellas. (Mérida Cultura)
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