jueves, 11 de octubre de 2018

Festival con 4,000 "mucbipollos"


Unos 15,000 meridanos y turistas serán congregados el domingo 28 en torno al mucbipollo, la típica vianda que  los yucatecos disfrutan cada año durante la festividad del Día de los Fieles Difuntos.

En esa fecha lo asistentes compartirán las gruesas piezas de ese manjar a base de masa de maíz, carnes de ave, res o cerdo y  condimentado con achiote, manteca, apazote y especias, para luego cocinarlas bajo tierra, envueltas con hojas de plátano.

También disfrutarán de dulces, frutas, bebidas, chocolate, pan de muerto y “xec” que se ofrecerán ahí. Además habrá espectáculos de música, danza y un ritual maya sobre el Hanal Pixán (comida de ánimas).

También se tendrá venta de artesanías, calzado y otros productos más.

Todo ello es parte del Feria del Mucbipollo que por segunda ocasión se realizará en el parque del barrio de San Sebastián, de 8 de la mañana a 9 de la  noche.

En rueda de prensa encabezada por Henry Cetina, coordinador del evento, se indicó que esta vez participarán cocineros de Valladolid, Ticul, Tahmek y Chapab, quienes se unirán a los oferentes del barrio citado y de otras partes de Mérida que también acudirán a ofrecer ese guiso en su forma tradicional y también en otras variantes que surgieron en los últimos años.

Entre esas alternativas están los pibes (nombre con que también es conocido ese platillo) hecho con chicharra o bien con jaiba y camarón,  y también a base de jamón y queso, lomitos o carne preparada en distintas formas.

Cada pieza de mucbipollo se vendrá a $450 (la porción a $60)

El año pasado asistieron unas 8 mil personas y se vendieron 2 mil piezas. Ahora se espera el arribo de 15 mil asistentes y la venta de 4 mil pibes.

Otro atractivo de ese festival es que los asistentes podrán visitar el templo del lugar así como la cercana Ermita de Santa Isabel y otros predios interesantes de ese punto de la ciudad. 

El mucbilpollo es una palabra de origen maya para describir a ese guiso que se cocina enterrado. Es un platillo de origen prehispánico y se utiliza para colocar en las mesas de difuntos que se instalan en los hogares de la zona rural como parte del ritual del Día de Muertos. 

La forma más sencilla de prepararlo es utilizando sólo masa de maíz, manteca y frijol (de la variedad local denominada xpelón). Este alimento tarda en descomponerse, y por ello hay  la creencia que es ideal para ofrecerla a los difuntos en su retorno al más allá, después de que han venido a visitar a sus familiares. (Hansel Vargas Aguilar)

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